Flores Preservadas: ¿Qué son, cuánto duran y cómo cuidarlas?
Si te apasiona la decoración con flores te encantarán las flores preservadas. Con ellas puedes crear pulseras, coronas, tocados y ramos de novia, además de detalles para decorar cualquier rincón de casa. Vamos a enumerar la principales características de este tipo de flores:
Las flores preservadas no son flores secas, pues el tratamiento es totalmente diferente. Los tallos son cortados de manera adecuada. Una vez cortados y seleccionados, se distribuyen en unos recipientes que son introducidos en una cámara estabilizadora. Esta cámara tiene las condiciones adecuadas de humedad, iluminación y temperatura que requieren las plantas. Aquí se lleva a cabo el proceso de deshidratación progresiva.
Las plantas se colocan en unos recipientes especiales en los que se ha preparado una solución a base de glicerina, agua, estabilizantes y colorantes.
Son flores sometidas a un tratamiento para deshidratarlas, quedan en apariencia como las naturales, se conservan tiernas y mantienen su olor, pero no necesitan agua, ni ningún mantenimiento especial. No todas las flores pueden pasar por este proceso, de esta manera la mejor opción es combinarlas con otro tipo de flores, por ejemplo secas.
El método de preservación no elimina el olor de la flor natural al 100%, lo mantiene y conserva al igual que cualquier otra que no haya pasado por este proceso, pero si que es verdad que no huele como la flor fresca.
Debido a su mayor duración que la natural, es un flor más económica a largo plazo. Puede que un ramo de flores preservadas sea más caro que uno de flores naturales, pero si cuentas el tiempo de duración a la larga sale más rentable. Además de que puedes utilizarlos para más opciones debido a esta ventaja.
Por este motivo, muchas de las novias se deciden por tener un ramo con flores preservadas, que aunque puede tener un precio más elevado que un ramo con flores frescas, a la larga lo pueden conservar durante más tiempo que otro tipo de ramo.
No es necesario ni regarlas ni podarlas. El único mantenimiento que requieren se reduce a desempolvarlas ocasionalmente con un secador o un paño suave. También hay que intentar que no les de el sol directamente, pues de esta forma se marchitarán más rápidamente.
Debido a todas estas características es cada vez más habitual encontrar novias que eligen la flor preservada para su ramo o tocado; convirtiéndolo, a su vez, en un recuerdo que podrán conservar durante mucho tiempo e incorporarlo a la decoración de su casa».
De primera, es un regalo ideal para San Valentín pero también para un cumpleaños o cualquier otra celebración. Además incluye la opción de enviar una nota personalizada junto al regalo.
Si se cuidan bien… duran meses, ¡incluso años! Es el principal cometido de esta técnica, que la flor dure el mayor tiempo posible intacta; conservando en la medida de lo posible las características de la flor natural. Con el tiempo, debido a la luz, van perdiendo color pero no se caen como ocurre con las flores secas. Es todo un descubrimiento!
